La vida me llevó por caminos inesperados, de niño soñaba con que el cielo era un océano de cristal infinito. Y hoy lo sigo sintiendo o pensando así…aquí dejo mi amor, mi perdón, mi dolor, mi pasión, mi devoción, mis secretos, mis dolencias, mis vivencias.
La vida me llevó por caminos inesperados, de niño soñaba con que el cielo era un océano de cristal infinito. Y hoy lo sigo sintiendo o pensando así…aquí dejo mi amor, mi perdón, mi dolor, mi pasión, mi devoción, mis secretos, mis dolencias, mis vivencias. Esperanzas, fracasos, dedicatorias, sueños de mi imaginación… y/o creación… quien lea con su corazón se sentirá identificado. Comencé a escribir a mis 20 años por mi primer amor perdido… ese sentimiento eterno y puro que jamás cederá de nuestro corazón… admito que también lo hice para enamorar. Nunca imaginé que escribir, sentir deseos de ganarle al tiempo fuera mágico… ya sea arriba de una montaña, frente al mar, escondido en mi habitación, o una madrugada de trabajo… sientes que entras en un vórtice donde sólo eres tú la pluma y el corazón destilándose… desprenderse del mundo por momentos… detener tu reloj en tu espacio temporal. Lo que comienza como hobby juego o entretenimiento se vincula en un impecable pasatiempo.
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